La Taberna Plateros de San Francisco, situada en las históricas callejas de Córdoba, entre la Mezquita-Catedral y la Plaza de la Corredera, es un rincón emblemático. Fundada en 1872, mantiene el encanto de las tabernas tradicionales. Frecuentada por el pintor Julio Romero de Torres, es popular entre cordobeses y visitantes para el «tapeo». Ofrece platos típicos como salmorejo, rabo de toro y flamenquín, elaborados con productos selectos de la cocina cordobesa. Su bodega propia ofrece vinos finos de Montilla Moriles, recomendados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Con unas 100 plazas, combina comodidad y calidez andaluza, siendo ideal para eventos familiares y laborales. Su ubicación cerca de hoteles y apartamentos turísticos la convierte en un punto de encuentro único en la ciudad.