Este restaurante, ubicado en una casa con historia, exuda encanto desde sus cimientos. Residencia de los Marqueses de Valdeloro, reformada en el siglo XX, el establecimiento abrió sus puertas en 1998. Bajo la dirección de Charo Guillén, los fogones ofrecen una fusión de innovación y tradición cordobesa. La carta, cuidadosamente elaborada, presenta una amplia gama de platos, desde clásicos hasta creaciones culinarias vanguardistas, que satisfacen los paladares más exigentes.