Lo que más llama la atención al entrar a Amaltea son los colores llenos de vida que tiñen sus paredes. El fucsia, el añil y el naranja anuncian que este local es diferente a los que le rodean. Amaltea es especial: un lugar inspirado en valores de Slow Food, donde la gastronomía sostenible y los vegetales son el centro de una carta que piensa también en las alternativas sin gluten, veganas y vegetarianas. Sus elaboraciones, preparadas con productos de cercanía, de cultivo ecológico y comercio justo, se inspiran en países como Marruecos, Italia, Siria, Turquía e Israel.